Nueve días atrás, dos adolescentes fueron asesinadas a balazos y otras dos heridas a la salida de un boliche en Florencio Varela. Una de las víctimas había nacido en la ciudad. Este lunes los tres testigos presenciales del ataque se sometieron a una rueda de reconocimiento.
Los dos sospechosos del crimen a balazos de dos adolescentes -una de ellas marplatense- cometido hace nueve días a la salida de un boliche en el partido bonaerense de Florencio Varela no fueron reconocidos este lunes por ninguno de los tres testigos presenciales del ataque, informaron fuentes con acceso a la causa.
Se trata de Luis Esteban Weiman (36), el vigilador privado que se encuentra detenido por el doble homicidio, y de Adrián Abraham (31), quien no está acusado y sólo fue notificado de que lo investigan en relación a lo ocurrido.
El abogado Antonio Solivaret, uno de los defensores de Weiman, y Verónica Casamiquela, letrada por el particular damnificado, informaron que los dos sospechosos fueron sometidos este lunes a una rueda de reconocimiento por disposición de las fiscales Mariana Bongiovanni, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Florencio Varela, y Mariela López, de la UFI de Violencia de Género de Quilmes.
De acuerdo a los abogados, de dicha rueda participaron tres testigos presenciales, un remisero y otros dos jóvenes, quienes no identificaron a Weiman ni a Abraham como la persona que disparó contra las cuatro amigas.
“Ahora tenemos que esperar los resultados del entrecruzamiento de llamados y del dermotest. Son dos pruebas, sobre todo la segunda, fundamentales. Mañana a última hora van a estar”, explicó Solivaret.
El defensor aclaró que Weiman aun no optó por dar su versión de los hechos a la Justicia -la semana pasada se negó a declarar en su indagatoria- ya que primero quieren contar con los resultados de esas y otras medidas de prueba.
“La fiscalía está trabajando bien. Hay varias hipótesis, una de ellas traída por el particular damnificada y en la que Abraham podía ser una de las personas (involucradas) porque tenía relación con las chicas”, señaló el defensor. Solivaret reiteró que Weiman “no estuvo” en la escena del crimen y que desconoce quién pudo haber cometido el hecho.
Consultado sobre el móvil del ataque, el letrado descartó que se trate de un “narcocrimen” o de una agresión por “despecho” o “instigación” y no descartó la hipótesis de un “tirador” que actuó por placer o sin una razón aparente. El letrado también se quejó de que el remisero testigo “dijo que el día que fue a declarar a la comisaría le mostraron la fotografía de Weiman”.
“Si el testigo dice que le mostraron la foto de mi defendido y mi defendido dice que los proyectiles (que se secuestraron en su domicilio) no los tenía, hace pensar que todo iba encaminado para que fuese él el asesino”, consideró el defensor.
Por su parte, Casamiquela opinó que los reconocimientos negativos de hoy deberían ser declarados “nulos” por la Justicia ya que durante los días previos se difundieron por distintos medios las imágenes de Weiman y Abraham. Y si bien la letrada cree que ninguno de los dos fue el tirador, dijo estar segura de que ambos “tienen cosas para decir” pero las ocultan.
“Las chicas estaban en contacto con un mundo turbio y sus nexos con ese mundo eran Weiman y Abraham, eran sus únicos nexos”, indicó Casamiquela.
La letrada representa a las familias de la marplatense Sabrina Barrientos (16), una de las jóvenes asesinadas, y Némesis (15), quien este lunes a la tarde permanecía internada y aun no pudo declarar ante la Justicia, al igual que la otra herida, Magalí (16).
En tanto, otras de las pistas que siguen los investigadores está vinculada a Maximiliano Mansilla (35), quien el jueves pasado fue detenido no por los homicidios, sino por la tenencia ilegal de una pistola calibre 9 milímetros que fue hallada en su domicilio, junto a un cargador, 23 municiones y una gorra policial.
La pistola marca Bersa, del mismo calibre que el empleado en el ataque, tiene pedido de secuestro del 6 de junio del año pasado en La Plata.
Un investigador dijo a Télam que tanto Abraham como el poseedor del arma son conocidos del único detenido, aunque el primero, en su breve contacto con la prensa, lo negó.
El hecho investigado fue cometido cerca de las 6 del sábado 11 de febrero último, en avenida Senzabello y Los Andes, cuando las cuatro amigas regresaban a pie de bailar en “Santa Diabla”, un local nocturno ubicado en las inmediaciones, y se encontraban en una parada de colectivos.
Allí, Denise Juárez (17) recibió nueve tiros y Sabrina cuatro, y ambas murieron en el lugar, mientras que Némesis fue herida de tres balazos y Magalí (16) de dos, y ambas permanecían hoy internadas.